"Falso Culpable" es un proyecto que comenzó en 2009 y está desarrollado por el Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, con el objetivo de analizar las principales causas que llevan a que un inocente sea acusado de crímenes que no cometió.

La mayoría de los falsos culpables se deben más a los errores del Sistema que a la intención deliberada de condenar a inocentes.

Según la asociación norteamericana Innocence Project en torno a un 75% de los errores judiciales se deben a fallos en los procedimientos de identificación. Los errores en el reconocimiento de personas en la vida cotidiana son algo completamente usual, que forma parte del funcionamiento normal de nuestros sistemas cognitivos. Sin embargo, pasan a la categoría de problema grave las falsas identificaciones en entornos judiciales.

Los problemas de memoria (falsos recuerdos) de testigos y víctimas son otro de los principales factores que provocan falsas acusaciones.

Un mejor conocimiento de los errores que posibilitan los falsos culpables podría evitar, o al menos minimizar su incidencia.

Un perro, autor del abuso sexual a una niña sueca de 8 años atribuido al padre

El falso culpable, un político, fue condenado y encarcelado

RICARDO MORENO  -  Estocolmo
EL PAÍS  -  Sociedad - 06-07-1995

Un tribunal sueco condenó y encarceló hace unos meses a un conocido político de la región de Örebro por considerarle autor de agresiones sexuales a su hija de ocho años, lo que comportó, por parte de las autoridades sociales, la retirada de la pequeña del hogar. La tragedia se instaló en la familia y el escándalo en la ciudad.Sin embargo, ahora, después de. un largo y complicado proceso judicial en el que han intervenido expertos de todo tipo, la justicia ha llegado a la conclusi6n de que, tal y como había sostenido la mía desde el principio, sin que fuera creída, había sido el perro de la familia el autor de la agresión. Y el asombro ha sustituido al escándalo.
El insólito caso, que no tiene precedentes en la historia judicial del país, ocurrió en la ciudad de Örebro y ha sido contada exhaustivamente por el diario local Nerikes A llehanda.
La historia comenzó hace 10 meses, cuando la familia de la niña descubrió que ésta presentaba rasguños y pequeñas heridas en la pelvis. Examinada por un ginecólogo, éste comprobó que, además de las señales superficiales, la membrana del himen había sido perforada. La niña sostuvo que era el perro de la casa, un labrador de gran tamaño, el que le había causado las heridas. La reacción de los padres fue la de acudir a un veterinario para que sacrificara al perro. El fiscal, el médico y las autoridades sociales sostuvieron, sin embargo, que no creían en la versión de la niña. Ésta fue sometida a interrogatorios, por parte de policías femeninas y psicólogos, encaminados a obtener la verdad, ya que lo que había contado la pequeña tampoco era creíble para éstos.

Libertad condicional
El paso siguiente fue la denuncia a la policía, que procedió a detener al padre, bajo sospecha de "grave agresión sexual contra su hija". Expertos en distintas razas de perros fueron llamados a testificar sobre si es posible que un perro pueda perpetrar una "violación". Los expertos no coincidieron al respecto, pero sí señalaron que precisamente los perros labradores tienen una sobrecarga de sexualidad.
Cinco semanas después de su detención, el padre fue liberado condicionalmente y la investigación prosiguió. La solución del triste y complicado suceso la aportó la reconstrucción de los hechos, también sin precedentes, que tuvo lugar en la estación de policía de Örebro.
Allí, una policía se hincó de rodillas y simuló mirar debajo de la cama, tal como había descrito la niña, en presencia de un ejemplar de labrador que además era el padre del perro causante de las heridas. No pasaron ni unos segundos antes de que el perro se abalanzara sobre la mujer policía, colocara sus patas delanteras alrededor de la cintura y comenzara a hacer movimientos propios del acto sexual contra el cuerpo de la mujer. La reconstrucción fue filmada y repetida una y otra vez, y la mujer tuvo dificultades para librarse del acoso. Con esta prueba, el tribunal decidió que era teórica y prácticamente posible que el perro hubiera sido el agresor de la niña. La acusación contra el padre quedó sin efecto y la niña fue devuelta a su hogar. Quedan solamente, y nada menos, las secuelas de un drama.
Pero pese a las evidencias, aportadas por la reconstrucción de los hechos, ha quedado en el ambiente una sensación de incredulidad y dudas sobre cómo ocurrieron realmente. Uno de los expertos convocado por las autoridades, el psicólogo de perros Anders Hallgren, considera que la decisión del tribunal es correcta, pese a que nunca en su actividad profesional había tenido noticias de un caso en que el acoso sexual de un perro pudiera llegar tan lejos.