"Falso Culpable" es un proyecto que comenzó en 2009 y está desarrollado por el Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, con el objetivo de analizar las principales causas que llevan a que un inocente sea acusado de crímenes que no cometió.

La mayoría de los falsos culpables se deben más a los errores del Sistema que a la intención deliberada de condenar a inocentes.

Según la asociación norteamericana Innocence Project en torno a un 75% de los errores judiciales se deben a fallos en los procedimientos de identificación. Los errores en el reconocimiento de personas en la vida cotidiana son algo completamente usual, que forma parte del funcionamiento normal de nuestros sistemas cognitivos. Sin embargo, pasan a la categoría de problema grave las falsas identificaciones en entornos judiciales.

Los problemas de memoria (falsos recuerdos) de testigos y víctimas son otro de los principales factores que provocan falsas acusaciones.

Un mejor conocimiento de los errores que posibilitan los falsos culpables podría evitar, o al menos minimizar su incidencia.

Paco Larrañaga, un inocente condenado a muerte

AMNISTÍA INTERNACIONAL
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Paco Larrañaga es uno de los condenados a muerte que se ha beneficiado de la abolición de la pena capital en Filipinas. En este momento está cumpliendo su condena en España.

Abolición de la pena de muerte en Filipinas

El Senado y la Cámara de Representantes de Filipinas votaron el 6 de junio de 2006 la revocación de la Ley de la República 7659 que permitía la aplicación de la pena de muerte. Unos meses antes, el 15 de abril, la presidenta Arroyo había conmutado todas las penas de muerte por cadena perpetua, la mayor conmutación de penas de muerte de los tiempos modernos. Cuatro días después, Arroyo dio carácter de urgencia a la legislación para revocar la pena de muerte. El Congreso de Filipinas aprovechó bien la oportunidad de terminar con la pena capital y ha mostrado con su liderazgo su compromiso con el respeto al derecho fundamental a la vida. Filipinas se convierte así en el país número 25 de la región de Asia y Oceanía que termina con la pena capital en la ley o en la práctica y Amnistía Internacional espera que sirva de ejemplo a otros Estados de la región.

El caso de Paco Larrañaga

PACO LARRAÑAGA
Bilbao, 25 de noviembre de 2011
Sale de la carcel de Martutene para ver en La Alhóndiga
de Bilbao el documental sobre su propio caso
GIVE UP “TOMORROW”
Francisco Juan Larrañaga es un español de 27 años que vive en Filipinas y lleva desde los 19 años en la cárcel. El 5 de mayo de 1999 fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de primera instancia, junto con otros seis acusados, por secuestro, violación y muerte de dos mujeres filipinas: Maryjoy Chiong y Jacqueline Chiong (las “hermanas Chiong”). El 5 de febrero de 2004, el Tribunal Supremo de Filipinas revisó la sentencia y aumentó la condena a pena de muerte, condenando a Paco Larrañaga y a otros cinco imputados. La decisión de elevar la pena a seis de los siete condenados fue aprobada por todos los miembros del Supremo, aunque el presidente del Alto Tribunal, Hilario Davide, se vio obligado a no participar en la votación, dado que las víctimas eran familiares de su esposa. En cuanto al séptimo condenado, James Anthony Uy, se le ha mantenido la cadena perpetua ya que cuando se llevó a cabo el crimen era menor de edad. Según la sentencia del Tribunal Supremo, Larrañaga y los demás condenados secuestraron el 16 de julio de 1997 en un centro comercial de la ciudad filipina de Cebú a las hermanas Maryjoy y Jacqueline Chiong, entonces de 19 y 21 años respectivamente. Los condenados, añade la sentencia, violaron repetidamente a las victimas y el cadáver de Maryjoy, apareció el día siguiente, mientras que el cuerpo de Jacqueline sigue desaparecido. Paco Larrañaga, así como su familia, ha manifestado en todo momento su inocencia, argumentando que en la mañana del 16 de julio de 1997 se estaba examinando en la Escuela de Artes Culinarias en Manila, a 300 kilómetros por mar de la ciudad de Cebú, donde se cometieron los crímenes. Tales hechos fueron corroborados por 15 testigos, entre ellos la profesora de la escuela, sus compañeros de clase, el guardia de seguridad del edificio donde vivía en Manila y los amigos con los que estuvo aquella noche. Además, el juez no permitió declarar a otros 20 testigos que decían poder corroborar la coartada de Paco Larrañaga. Las investigaciones policiales se centraron en un principio en delincuentes habituales de Cebú. Al parecer, la primera pista que los llevó a los siete acusados fue una denuncia anterior de una joven que había señalado a Paco Larrañaga como la persona que había tratado de introducirla en su coche a la fuerza unos meses antes. Pero no fue hasta ocho meses más tarde, ante la presión popular para dar con los culpables que amenazaba a toda la jerarquía policial de Cebú, cuando los investigadores se encontraron con el testimonio de David Valiente Rusia, un delincuente con pequeños delitos pendientes en EE.UU. que aseguraba haber participado en el crimen y señalaba entre los participantes a varios hijos de la elite local, incluido Paco Larrañaga.
David Valiente Rusia, hoy en paradero desconocido, recibió inmediatamente inmunidad y se convirtió en testigo protegido a cambio de denunciar lo ocurrido durante el juicio, donde alegó que su conciencia no le había dejado dormir y que arrepentido se decidió a contar la verdad. Fuentes policiales afirman que el testimonio de David Valiente Rusia fue contrastado con numerosos testigos y que sus detalles eran tan concretos que difícilmente podrían haber sido inventados.
La familia de Paco Larrañaga y el abogado denuncian que durante las investigaciones y el propio juicio hubo serias irregularidades, entre ellas que a pesar de haberse encontrado restos de semen en una de las víctimas no se haya realizado ninguna prueba de ADN, que el juez no permitió elegir a Francisco su propio abogado cuando el anterior renunció, o que tres de los acusados manifestaron haber sido torturados durante los interrogatorios.
En marzo del 2004 los abogados elevaron una moción de reconsideración al Tribunal Supremo con la esperanza de que debido a todas las irregularidades que caracterizaron al proceso, Paco tuviese un nuevo juicio. Sin embargo el 21 de julio 2005, el Tribunal Supremo desestimó la moción y confirmó la pena de muerte por inyección letal.
Después de esta decisión del tribunal, su única posibilidad era el indulto presidencial. Si él lo solicitaba, tenía que reconocer culpabilidad pero si lo hacía un tercero, ese requisito no era necesario. Por esta razón Paco manifestó en reiteradas ocasiones que él no iba a pedir clemencia. A finales de septiembre de 2005 el Gobierno español se ofreció directamente a la familia a gestionar la solicitud de indulto.
En agosto de 2006 se produjo otra buena noticia en relación a este caso. El Comité de Derechos Humanos de la ONU dictaminó a favor de Paco Larrañaga, diciendo que el juicio fue injusto ya que se violaron varios puntos del Art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Humanos.

La pena de muerte en Filipinas


En 1987, Filipinas marcó un precedente histórico al convertirse en el primer país de Asia que en los tiempos modernos abolía la pena de muerte para todos los delitos. Sin embargo, la pena capital volvió a ser introducida a finales de 1993 para 46 delitos. En febrero de 1999 tuvo lugar la primera ejecución en 23 años y, desde entonces, siete personas han sido ejecutadas por el método de inyección letal, la última de ellas, el cuatro de enero de 2000.
En marzo de 2000, el entonces presidente Joseph Estrada anunció la suspensión de las ejecuciones con motivo del jubileo cristiano. Sin embargo la presidenta Gloria Macapagal Arroyo levantó en noviembre de 2003 la suspensión de las ejecuciones en los casos de condenados por secuestro y tráfico de drogas. Anteriormente la presidenta había rechazado las peticiones de que se reanudaran las ejecuciones para responder a la preocupación de la opinión pública por el aumento de la delincuencia, sobre todo de los secuestros con petición de rescate, afirmando que la profunda reforma institucional de la Policía Nacional de Filipinas y del sistema de justicia penal ofrecía un medio más eficaz para hacer frente a la delincuencia y disuadir de la comisión de delitos.
Tras la investidura de la presidenta Arroyo, celebrada en julio 2004, se recibieron informes que indicaban que en breve se reanudarían las ejecuciones. Sin embargo, la presidenta concedió una serie de aplazamientos a las personas que se enfrentaban a una ejecución inminente. Casi 1.000 condenados a muerte se han beneficiado de la abolición aprobada el año 2006.

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Entrevista a Paco Larrañaga

26 de abril de 2012
Cadena SER

http://www.cadenaser.com/sociedad/audios/entrevista-paco-larranaga-26-abril/csrcsrpor/20120426csrcsrsoc_6/Aes/

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Un filme sobre la condena a muerte de Paco Larrañaga gana en San Sebastián

EFE
27 abril 2012

"Ríndete mañana", la película del estadounidense Michael Collins sobre el caso de Paco Larrañaga, que fue condenado a la pena de muerte en Filipinas y hoy cumple condena en España, ha ganado el Premio del Público al mejor largometraje del X Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián.

'Ríndete mañana', que narra la investigación y el juicio al que fue sometido Larrañaga, se ha impuesto a otros trece filmes que competían en la sección oficial.
La cinta, de 2011, ha llegado a San Sebastián con reconocimientos como los otorgados por los espectadores en los festivales de Tribeca (Estados Unidos), Sheffield (Reino Unido), Sydney (Australia) y Valencia, además del premio al mejor documental del Festival de Anchorage (Estados Unidos).

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La vida de Larrañaga, al cine

Nueva York vive el drama del joven internado en Martutene

EFE Nueva York
27 ABR 2011
La prolija andadura personal y judicial de Paco Larrañaga, el joven hispanofilipino condenado a la pena capital en Filipinas y que cumple condena en Martutene, llega esta semana al Festival de Tribeca en Nueva York con el documental Give up tomorrow, que narra su historia y compite en la sección a concurso de la muestra. "El documental ha tenido muy buena acogida y estamos muy satisfechos, porque gracias a él habrá más gente, principalmente en Estados Unidos, que conozca la injusticia que mi hijo está sufriendo", explicó ayer la madre del condenado, Margot González, en una entrevista con Efe.
La familia al completo de Paco Larrañaga, de padre vasco y madre filipina y quien tiene ambas nacionalidades, se encuentra estos días en Nueva York, donde la cinta del director estadounidense Michael Collins, intentará hacerse con el premio a mejor documental en el Festival de Tribeca, un certamen creado en la Zona Cero.
"Lo que muestra el documental es la historia real. Se trata de un medio para contar la verdadera historia de mi hijo, quien es víctima de una injusticia que sigue adelante hoy aunque esté cumpliendo condena en España", señaló la madre de Larrañaga, protagonista de una historia que empezó en Filipinas en 1997. Larrañaga fue el principal protagonista del conocido en Filipinas como el caso Chiong, el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas ocurrido en la ciudad de Cebú (centro del archipiélago) en 1997, un crimen del que siempre se ha declarado inocente.
Larrañaga fue declarado culpable por primera vez en 1999 y cinco años después el Tribunal Supremo de Filipinas le condenó a muerte, aunque tras la abolición de la pena capital en el país asiático en 2006, ésta fue conmutada por cadena perpetua, equivalente a 40 años de prisión de cumplimiento efectivo.
El 6 de octubre de 2009 y después de innumerables gestiones, Paco Larrañaga fue llevado a España, a la cárcel donostiarra de Martutene, para terminar de cumplir su pena.
Ese recorrido es el que relata el documental, que hace hincapié en los detalles y anomalías del juicio de Larrañaga en Filipinas. La cinta pone de manifiesto cómo Larrañaga pudo demostrar que el día de los hechos estaba en Manila, a 600 kilómetros de distancia, gracias a numerosos testigos y material gráfico, aunque finalmente nada evitó su condena.
El padre del condenado, Manuel Larrañaga cree que "el público de todo el mundo va a poder ver la verdad, lo que pasó en el juicio, cómo actuaron los policías, los jueces y los fiscales en Manila". Para él, el documental cumple con el "deseo" de su hijo de contar la historia, ya que "no le dieron la oportunidad de hablar en Filipinas", por lo que lo más importante es que "da voz a Paco y a todos los pacos que hay en el mundo sufriendo injusticias".
Los padres de Larrañaga explicaron que su hijo está "animado" y la familia se enfrenta ahora con "optimismo" a un proceso iniciado en Filipinas con ayuda de España para conseguir el indulto, que puede durar "mucho tiempo". Mientras tanto, "Paco está más maduro. Ha tomado responsabilidades y trabaja y estudia dentro de la cárcel", indicó la madre, quien espera que su hijo pueda salir pronto de prisión antes de 2027.