Quizá uno de los casos más conocidos mundialmente fue el de Iván Demjanjuk que fue erróneamente identificado como “Iván el Terrible”, un miembro de las SS nazi responsable de las cámaras de gas del campo de concentración de Treblinka (Polonia) en 1942 y 1943. Iván Demjanjuk, ucraniano de origen y emigrante en Estados Unidos, fue identificado inicialmente en fotografía por supervivientes del campo de concentración en 1977. En 1986 fue extraditado a Israel y juzgado en un largo proceso durante 1987 y 1988. Demjanjuk declaró entonces que estuvo prisionero en el campo de concentración de Chelmo (Polonia) hasta 1944, y después en Austria. En abril de 1988 fue condenado a muerte y encarcelado hasta el cumplimiento de la sentencia. Sin embargo, en 1993 la Corte Suprema de Israel le absolvió debido a las dudas sobre las identificaciones realizadas. Al parecer Demjanjuk no fue Iván el Terrible pero si miembro de las SS en varios campos de concentración en Polonia y Alemania. Desde 1993 y hasta hoy, ha sido revocada su ciudadanía americana y concedida su extradición a Alemania, en mayo de 2009, para ser juzgado como responsable de crímenes durante la Segunda Guerra Mundial.
Iván Demjanjuk, erróneamente identificado como “Iván el Terrible”, responsable del campo de concentración de Treblinka en la II Guerra Mundial.
Durante el juicio en Israel en 1987, Demjanjuk manifestó que el verdadero “Iván el Terrible” sería Feodor Fedorenko, cuya fotografía aparecía contigua a la de Demjanjuk en el álbum mostrado a los supervivientes del campo de concentración de Treblinka en 1977 (ver figura).
Página 3 del álbum utilizado en la identificación de Iván el Terrible. Iván Demjanjuk es el nº 16, Feodor Fedorenko el nº 17.
El psicólogo Willem Wagenaar (1988) realizó un exhaustivo estudio sobre el caso de Demjanjuk publicado bajo el título de Identifying Ivan. De las 50 reglas que Wagenaar propone que deberían cumplirse siempre para una buena conducción de una prueba de reconocimiento, en el caso de Demjanjuk se incumplieron 37.
En la página 7 del libro, Wagenaar advierte: “una rueda de reconocimiento no es una prueba de identidad, sino sólo sobre la similitud de apariencia”. Este es probablemente uno de los grandes problemas de las ruedas de reconocimiento y así lo muestran algunos casos de falsas identificaciones de personas con parecidos razonables. A continuación analizaremos algunos casos españoles reales de falsas identificaciones.
* Manzanero, A.L. (2010). Memoria de Testigos. Madrid: Ed. Pirámide.
* Manzanero, A.L. (2010). Memoria de Testigos. Madrid: Ed. Pirámide.