Laura, de 26 años, ha pasado 20 horas en el calabozo tras haber sido detenida en Sol.
Volvía a casa de una discoteca y asegura que no había participado en las concentraciones.
Otras tres personas fueron detenidas y no se habían manifestado, según los abogados del 15-M.
Carmen Pérez-Lanzac
Madrid
15 MAY 2012
ELPAÍS.com
Laura Díaz, detenida este fin de semana en Sol. / ULY MARTÍN |
En la madrugada del domingo 13 de mayo, Díaz volvía a su casa después de estar bailando con amigos en una discoteca cuando se topó con el cordón policial que rodeaba Sol y aledaños. Esta alicantina de 26 años, periodista free lance que esa noche no estaba trabajando, simpatiza con el movimiento de los indignados. Hace un año participó en las manifestaciones, pero no lo ha hecho en esta ocasión. "Esta vez no he ido a nada, la verdad. Ese día había estado viendo por la tele un programa sobre el aniversario. Me llamaron unos amigos para salir a bailar, me comí un kebab y fui al Ocho y Medio donde pinchaba Mario Vaquerizo. Cuando me cansé, me volví a mi casa".
Díaz, que vive por la zona de Antón Martín, pretendía atravesar la zona cuando se topó con el cordón policial. "Volvía desde Tribunal e intenté bajar Preciados pero estaba acordonada. Le pregunté al agente, ¿y cómo lo hago? y me mandó a la calle del Carmen, que también estaba cercada. Pregunté de nuevo, un policía se enfadó y me inmovilizó". El vídeo de cómo un agente la retiene con fuerza contra un muro ha sido muy difundido. Laura recuerda el momento de forma confusa. "Llegó un punto que desconecté, me hacía tanto daño y era tan injustificado... Solo le pedía que dejara de hacerme daño, yo no estaba oponiendo ningún tipo de resistencia".
Ya en la lechera, Laura sacó su móvil y escribió en Facebook: "Me han detenido, ni siquiera sé a dónde voy, por favor haced algo". "Me pareció buena idea avisar a mis amigos antes que a mi madre y que se pusiera histérica". Una amiga llamó a todas las comisarías y otra contactó a través de Twitter con la comisión de legal del 15-M. En principio Díaz pidió un abogado de oficio, pero luego ha decidido que sean los mismos letrados de los indignados quienes se hagan cargo de su caso. "Supongo que se movilizarán más", dice.
La alicantina tiene el cuerpo dolorido y moratones en brazos y espalda. Del trato recibido en la comisaría de Moratalaz, dice: "Cada dos horas nos despertaban. Y a una chica le han dado un guantazo y le han partido el labio". Como el resto de los detenidos, Díaz está acusada de resistencia y desobediencia a agente de la autoridad. "Es el cargo comodín, nos acusan a todos de lo mismo. Yo no he pegado a nadie, no he increpado a ningún policía, tampoco desobedecí. Es muy triste todo. Por reiterativo que parezca es indignante. Cuando cruzar la calle es ilegal un país se va al garete".
Díaz, que vive por la zona de Antón Martín, pretendía atravesar la zona cuando se topó con el cordón policial. "Volvía desde Tribunal e intenté bajar Preciados pero estaba acordonada. Le pregunté al agente, ¿y cómo lo hago? y me mandó a la calle del Carmen, que también estaba cercada. Pregunté de nuevo, un policía se enfadó y me inmovilizó". El vídeo de cómo un agente la retiene con fuerza contra un muro ha sido muy difundido. Laura recuerda el momento de forma confusa. "Llegó un punto que desconecté, me hacía tanto daño y era tan injustificado... Solo le pedía que dejara de hacerme daño, yo no estaba oponiendo ningún tipo de resistencia".
Ya en la lechera, Laura sacó su móvil y escribió en Facebook: "Me han detenido, ni siquiera sé a dónde voy, por favor haced algo". "Me pareció buena idea avisar a mis amigos antes que a mi madre y que se pusiera histérica". Una amiga llamó a todas las comisarías y otra contactó a través de Twitter con la comisión de legal del 15-M. En principio Díaz pidió un abogado de oficio, pero luego ha decidido que sean los mismos letrados de los indignados quienes se hagan cargo de su caso. "Supongo que se movilizarán más", dice.
La alicantina tiene el cuerpo dolorido y moratones en brazos y espalda. Del trato recibido en la comisaría de Moratalaz, dice: "Cada dos horas nos despertaban. Y a una chica le han dado un guantazo y le han partido el labio". Como el resto de los detenidos, Díaz está acusada de resistencia y desobediencia a agente de la autoridad. "Es el cargo comodín, nos acusan a todos de lo mismo. Yo no he pegado a nadie, no he increpado a ningún policía, tampoco desobedecí. Es muy triste todo. Por reiterativo que parezca es indignante. Cuando cruzar la calle es ilegal un país se va al garete".