Protesta de ultraderechistas en San Blas (Madrid) el 14 de octubre de 2020, un días después de la agresión o dos neonazis armados por la que han sido condenados tres jóvenes marroquíes.
PÚBLICO
MADRID
21/07/2021
JAIRO VARGAS MARTÍN
El Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid ha condenado a tres jóvenes marroquíes a siete años de prisión y a pagar una indemnización de 4.100 euros tras considerarlos culpables de dos delitos de lesiones a dos jóvenes militantes de un grupo ultraderechista que, según reconocieron a la Policía, salieron el pasado octubre a "localizar MENAS" (menores extranjeros no acompañados) en el distrito de San Blas de Madrid, y a los que los agentes habían requisado armas blancas momentos antes de la agresión, pero les dejaron marchar.
Los hechos se remontan a la noche del 13 al 14 de octubre de 2020, cuando circularon las imágenes de una supuesta pelea entre menores migrantes y jóvenes ultraderechistas en la zona de Las Rosas de este barrio de la capital.
En los vídeos se ve a cuatro personas golpeando con palos y lanzando piedras a otros dos jóvenes. Uno de ellos cae al suelo inconsciente tras recibir un golpe mientras otro trata de defenderse con un casco de moto. El primero fue hospitalizado e intervenido de fracturas en la nariz y el cráneo y una luxación de los incisivos superiores. No tuvo secuelas pero permaneció una semana ingresado y un mes de baja. El segundo sufrió contusiones y una brecha en la frente que requirió sutura, tampoco tuvo secuelas y estuvo 15 días de baja.
Neonazis amenazan e insultan a menores no acompañados a las puertas de su piso tutelado en Madrid.
La noche del suceso, la Policía detuvo a un menor de edad que se alojaba en el barrio, en un piso de acogida tutelado por la Comunidad de Madrid. Actualmente se encuentra cumpliendo condena en un centro de reforma por estos hechos. Al día siguiente, son detenidos los tres jóvenes condenados ahora, al ser identificados por los propios agentes y, posteriormente, por los agredidos, que en un primer momento no los pudieron identificar en sede policial con seguridad, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Público. Desde entonces, los condenados han permanecido en prisión preventiva.
El fallo fue difundido la pasada semana en Twitter por el abogado de los neonazis agredidos, a los que califica en su tuit como "camaradas de Bastión Frontal", un colectivo ultraderechista, de tendencia neonazi, al que la Fiscalía ya ha denunciado por un posible delito de odio contra los menores migrantes que residen en los centros de acogida de Hortaleza y de Casa de Campo.
Según el atestado policial de aquella noche, al que ha tenido acceso Público y que forma parte de las diligencias previas al procedimiento, los dos ultraderechistas fueron identificados por una patrulla de la Policía momentos antes de ser agredidos. Los agentes acudieron a una llamada del menor de edad que fue detenido esa noche y condenado por la agresión. Según manifestó el chico, él y otro grupo de jóvenes marroquíes fueron intimidados, amenazados y agredidos previamente por dos jóvenes. Según relató a los policías, les empujaron y golpearon con un casco de moto en un parque y salieron corriendo.
"No son delincuentes, son nuestros vecinos": una marcha antifascista en el madrileño barrio de San Blas defiende a los menores migrantes.
"La ideología carece de relevancia"
Sin embargo, la jueza considera en su fallo que "la supuesta ideología de los perjudicados o del previo incidente provocado por estos carecen de relevancia alguna". Sin embargo, tras estos hechos, el barrio se convirtió en escenario de manifestaciones y protestas contra los menores migrantes promovidas por grupos ultras como Bastión Frontal, al grito de "San Blas será la tumba de los menas", "ni un puto mena en San Blas" o "fuera menas hijos de puta"; insultos proferidos en la puerta de los lugares de residencia de menores migrantes tutelados por la Comunidad de Madrid.Los ultras querían "ponerle cara" a los menores migrantes que, según un bulo, habían violado a una joven del barrio
En el mismo atestado, los policías aseguran que, tras la llamada, localizaron en una batida por las inmediaciones a los neonazis agredidos después. Uno de ellos manifestó que había ido "a la zona del metro de Las Rosas para localizar a unos menas de los que tienen conocimiento que habían protagonizado una agresión sexual a una chica", consta en el atestado.
Ambos querían "ponerles cara", añadió uno de ellos. Sin embargo, lo negó durante el juicio a preguntas de la defensa, del mismo modo que no reconoció su pertenencia al grupo neonazi Bastión Central, algo que ha reconocido el propio abogado de los agredidos en su cuenta de Twitter.
La Fiscalía denuncia al colectivo neonazi Bastión Frontal por un delito de odio contra los menores no acompañados.
La propia Policía desmintió que los autores de esa violación fueran menores migrantes y precisó, de hecho, que el detenido como presunto autor tenía nacionalidad española, pero el bulo ya estaba circulando por redes espoleado por colectivos y partidos políticos ultraderechistas, como viene siendo habitual en los últimos años.
Cuando los agentes les cachearon, encontraron una porra extensible y una navaja que, según ellos, habían encontrado en el parque donde tuvieron el primer encontronazo. Como nadie quiso interponer denuncia, les dejaron marchar. Minutos después, ambos fueron agredidos.
Sin versión coherente
"Es cierto que los perjudicados no ofrecieron una versión coherente de qué es lo que hacían en el parque donde se iniciaron los hechos y de por qué tenían las armas que les fueron incautadas por la Policía, pero lo cierto es que tales hechos no son objeto del presente procedimiento y carecen de relevancia penal", expone la jueza en su sentencia.
Los condenados, de 18 y 19 años, negaron durante el juicio su participación en estos hechos y no se reconocían en los vídeos de la agresión. Sin embargo, varios policías que intervinieron en el suceso aquella noche han declarado como testigos y han reconocido a los condenados "por la vestimenta, el peinado y los andares", lo que ha bastando a la jueza para emitir el fallo.
Los jóvenes han sido condenados a cuatro años de prisión por las lesiones de uno de los agredidos y a tres años por las del otro, un año y medio más que la condena que había solicitado la Fiscalía. También serán expulsados del país cuando cumplan un tercio de la pena. La sentencia es recurrible y, según fuentes cercanas al caso, la defensa de los condenados presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid.